¿Qué es la piel sensible? Hemos escuchado sobre este tema en un sinfín de ocasiones; sin embargo, debemos observar cómo reacciona nuestra piel para poder determinar si la padecemos.
El término piel sensible hace referencia a una piel propensa a la inflamación y al enrojecimiento. Datos arrojados por el Estudio Epidemiológico Sobre Dermatitis Atópica en México indican que el 20% de la población tiene algún padecimiento relacionado con la piel.
La piel sensible no es una enfermedad que un médico pueda diagnosticar. Por lo general, es un síntoma de otra afección. Es posible que ni siquiera sepas que tienes piel sensible hasta que tu piel tiene una mala reacción a un producto cosmético como jabón en barra, cremas humectantes o incluso maquillaje, gracias a que en su fórmula contienen químicos, fragancias o tintes.
De hecho, la piel sensible también puede desencadenarse por factores ambientales e inmunológicos y aunque cada piel es distinta y las afecciones pueden variar de una persona a otra, es importante darle el cuidado necesario. Rara vez las condiciones de la piel sensible se agravan; sin embargo, es importante realizar algunos cambios en nuestra rutina de cuidado de la piel para evitar la aparición de una dermatitis atópica o una psoriasis.
¿Cómo reconocer las afecciones cutáneas más comunes?
: aparece cuando la barrera de nuestra piel pierde la capacidad para protegerse de irritantes, como gérmenes en el aire o químicos presentes en los detergentes que utilizamos para lavar ropa. Esto puede sensibilizar mucho más tu piel y no tolerar productos comunes como jabones en barra y cosméticos. Se caracteriza por piel reseca, protuberancias que derraman algún líquido y forman costras, piel gruesa y escamosa.
Piel seca: se puede detectar principalmente en manos, pies, brazos y piernas. Se caracteriza por agrietamiento y sangrado, textura escamosa y áspera al tacto.
Dermatitis de contacto: Aparece cuando algún factor externo irrita nuestra capa protectora de la piel y desarrolla un sarpullido con puntitos rojos, ardor, comezón e inflamación.
Rosácea: Aparece en la cara y se caracteriza por el enrojecimiento y la sensibilidad extrema en el rostro. Se caracteriza por pequeños bultos rojizos y vasos sanguíneos visibles.
"Cuando padecemos piel sensible es importante cambiar los productos que utilizamos en nuestro cuidado diario. Es elemental que nos alejemos de aquellos que contengan isotiazolinonas, formaldehídos y parabenos para optar por aquellos que contengan en su formulación activos naturales como la Avena Coloidal, la Vitamina E y el Aloe Vera”, comentó Beatriz Magrassi, dermocosmiatra de Sopharma pH5.
¿Cuáles son los beneficios de estos activos naturales?
Vitamina E: Es una sustancia humectante con efectos emolientes, calmantes, lubricantes y antioxidantes. Ideal para darle a tu piel ese respiro necesario y humectar a profundidad. Búscala en cremas sólidas efecto mate o bien, en cremas líquidas.
Avena Coloidal: Alivia irritaciones y la sequedad de la piel; respeta el equilibrio ácido natural, es emoliente, antinflamatorio y sedativo. Junto con la Vitamina E, son ideales para aplicarse en cremas sólidas y líquidas.
- Aloe Vera: Para la piel, posee propiedades astringentes, es un importante regenerador celular, cicatrizante y tonificador, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro; para nuestro cuero cabelludo, mantiene el aceite natural pero no en exceso, por lo que es un remedio idóneo para detener la sequedad. Este lo puedes buscar en productos como shampoo, en gel corporal para baño - el sustituto perfecto del jabón en barra - y en crema sólida.
- Consiente a tu piel con productos que contengan ingredientes naturales que le devuelvan tersura y calmen todos los malestares.