El choque armado entre dos cárteles de la droga en una zona rural de Michoacán dejó un saldo de ocho presuntos sicarios muertos y decapitados, según informaron este viernes autoridades locales.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó a la agencia Efe que el choque armado se prolongó todo el miércoles en diversos poblados del municipio de Aguililla, en la región de Tierra Caliente.
Agentes de la FGE y del Servicio Médico Forense (SEMEFO) desplegaron un operativo en el municipio este jueves encontrando los cadáveres de ocho supuestos sicarios, con vestimenta militar e indicios de haber portado armas de fuego.
Los cuerpos estaban juntos en las inmediaciones del poblado de La Enramada y presentan varios impactos de rifles de asalto.
La FGE abrió una carpeta de investigación y la principal hipótesis es que el choque fue protagonizado por los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de La Nueva Familia Michoacana, este último con sus brazos armados autodenominados como Los Viagras y Los Blancos de Troya.
Pobladores de Aguililla reportaron en redes sociales, que ambas organizaciones criminales utilizaron vehículos con blindaje "artesanal" (monstruos), para enfrentarse en caminos rurales y diversos poblados.
Aguililla es un territorio en disputa por cárteles de droga por la plantación de marihuana y la construcción de laboratorios de droga sintética, además de que cuenta con importantes reservas de mineral de hierro e, incluso, oro.
Este municipio también destaca por ser el lugar de nacimiento de Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho" y líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), identificado como el narcotraficante más buscado en México y los Estados Unidos.
El cártel de La Nueva Familia Michoacana fue conformado por ex sicarios de Los Caballeros Templarios que se infiltraron en los extintos civiles grupos de autodefensa y que controlan actualmente las actividades ilícitas en al menos 45 municipios de Michoacán.
México cerró en 2020 con 34.515 víctimas de homicidio doloso, una cifra apenas inferior a los 34.648 casos de 2019, considerado el año más violento en la historia contemporánea del país.