Equipos de rescate marroquíes trabajan este viernes 4 de febrero para sacar a Rayan, un niño de cinco años que cayó a un pozo de 32 metros hace tres días. Las maniobras de rescate están bajo el nerviosismo ante un posible derrumbe en el lugar.
Las autoridades locales aún tienen esperanza, según la agencia EFE, de encontrar con vida al niño que tiene en vilo al país, tras caerse en el pozo que se ubica junto a la vivienda familiar en la aldea de Ighran, a unos 70 kilómetros de la localidad norteña de Chaouen.
Pese a que se desconoce el estado de salud del menor, los equipos de rescate ingresaron en la cavidad una manguera con oxígeno y agua con azúcar. Desde la noche del miércoles, los equipos de rescate trabajan excavando el terreno adyacente al agujero del pozo, de solo 45 centímetros de ancho, para llegar a una profundidad de 32 metros y alcanzar así, de manera paralela, el nivel en el que se encuentra Rayan.
En las últimas horas circularon informaciones afirmando que Rayan habría comido, pero un miembro del comité de seguimiento y vigilancia del rescate, Abdelhadi Tamrani, negó este hecho en declaraciones a los medios en el lugar.
De acuerdo con la agencia española de noticias, que cita a especialistas que están trabajando en el lugar, "Rayan no ha comido, pero hay esperanza de que siga vivo", mientras que la operación se ha tornado complicada ante "el riesgo de derrumbe" que está presente y que podría afectar también a los elementos del equipo de rescate.
El rescate ha causado una gran conmoción en redes sociales y mantienen en vilo a Marruecos. Muchos internautas cambiaron sus fotos de perfil por las de Rayan, como un gesto de apoyo y solidaridad. También en redes circulan videos del niño dentro del pozo.
