Una mujer de 39 años acudió al hospital por un dolor de estómago y terminó con ambas piernas y un brazo amputados. El hecho ocurrió en la ciudad de Pecs, en Hungría.
De acuerdo con el periódico británico The Sun, se trata de Monika Tothne Kaponya, quien en enero pasado sintió un fuerte dolor abdominal y acudió a urgencias de un hospital. Ahí, los médicos descubrieron que su estómago estaba perforado, por lo que necesitaba una operación de manera inmediata.
La lesión de la mujer pudo tener varios orígenes, como apendicitis, úlcera, cálculos biliares, entre otras. Según el medio británico, los médicos descubrieron que tenía "cierto grado de oclusión vascular en todas sus extremidades"; esto quiere decir que hay un bloqueo de un vaso sanguíneo, generalmente con un coágulo que afectaba brazos y piernas.
El descubrimiento complicó todo el panorama para los médicos, pero también cambiaría la vida de Monika, quien en ese momento tenía dos trabajos, uno como gerente de tienda y otro como limpiadora.
Tener oclusión vascular significaba que los médicos no podían reparar todas las venas principales que conectan con sus extremidades, por lo que la única solución fue amputar, en un principio, una de sus piernas; eso ocurrió el primero de marzo.
Pocos días después le comunicaron que debían amputar su otra pierna. El 12 de marzo, Monika Tothne fue notificada que su brazo izquierdo también necesitaba ser amputado. En tres meses, la mujer fue sometida a 16 intervenciones quirúrgicas, que la dejaron con un "dolor fantasma" en las extremidades perdidas.
Los médicos lograron descubrir que el problema de Monika era una enfermedad genética, que significaba que tenía un mayor riesgo de oclusiones vasculares y trombosis severa.
Su esposo tuvo que dejar su trabajo para cuidar de ella las 24 horas y Monika admitió que la situación la dejó conmocionada y no pudo salir durante varias semanas.