Guinea-Conakri declaró oficialmente este domingo, con al menos siete contagios y tres muertes confirmadas, su primer brote de ébola desde la gran epidemia desatada entre 2014 y 2016 en África Occidental, que dejó al menos 11.300 muertos y tuvo su origen precisamente en este país a finales de 2013.
El resurgimiento del virus se ha detectado en la zona de Gouécké, en el sureste del territorio guineano, cercano a la localidad de N'Zérékoré, una de las ciudades más pobladas del país.
"La primera investigación llevada a cabo ha contabilizado siete casos, todos mayores de 25 años (cuatro hombres y tres mujeres), entre los cuales (hay) tres muertes (...) Las tres primeras muestras enviadas a los laboratorios de Guéckédou y Conakri se han revelado positivas por ébola", detalló este domingo la gubernamental Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (ANSS) en un comunicado.
En consecuencia, el Ministerio de Salud guineano declaró oficialmente la existencia de una epidemia de ébola en la zona sureste del país, si bien la detección de contagios probables la había adelantado ya este sábado el ministro de Salud guineano, Rémy Lamah, en base a unos primeros exámenes que estaban a la espera de ser confirmados en laboratorios de Conakri.
Un funeral, el foco del rebrote
Las personas hasta el momento afectadas mostraron los síntomas característicos de la enfermedad -diarreas, vómitos y sangrados- tras asistir, el pasado 1 de febrero, al funeral de una enfermera que también podría haber muerto por ébola a finales de enero.
Con estos datos preliminares, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había manifestado esta mañana su preocupación por el posible resurgimiento del ébola en esta zona tan castigada del continente africano.
"Muy preocupada por las informaciones de cuatro muertes sospechosas de ébola en Guinea (incluida la enfermera). La OMS está acelerando la preparación y los esfuerzos de respuesta ante el posible resurgimiento del ébola en África Occidental, una región que sufrió mucho por el ébola en 2014", había dicho hoy la directora de la Organización Mundial de la Salud para África, Matshidiso Moeti, en Twitter.
Con la declaración oficial de la nueva epidemia, las autoridades guineanas anunciaron también medidas de control para intentar evitar que el virus cause una catástrofe sanitaria como la de mediados de la década pasada.
Entre ellas figuran protocolos de rastreo y aislamiento de los posibles contagios y una "aceleración" de los esfuerzos del país, junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en materia de vacunación.