El sueño es un proceso biológico esencial para el bienestar y la salud de cualquier ser vivo. Proporciona una oportunidad invaluable para procesar información, mantenerse saludable y recargarse de energía para enfrentar un nuevo día con vitalidad.
Sin embargo, en la actualidad, numerosas personas enfrentan desafíos relacionados con el sueño debido a factores como el estrés, la economía y las exigencias laborales, lo que puede impactar negativamente en su capacidad de descansar adecuadamente.
En busca de conocer la mejor hora para irse a dormir, el doctor Andrew Huberman, neurocientífico de la prestigiosa Universidad de Stanford en Estados Unidos, ha realizado investigaciones; y pese a que advierte que cada individuo tiene un estilo de vida distinto y un ritmo que se adapta a sus actividades diarias, su teoría podría proporcionar una guía útil para identificar la hora óptima para conciliar el sueño.
El Dr. Huberman señala que el punto clave para determinar cuándo acostarse radica en identificar la caída de energía en la tarde, independientemente de la hora del día que ocurra.
Para ello, sugiere tomar nota de las horas en las que se experimenta un “bajón” de energía durante varios días. Supongamos que este bajón ocurre alrededor de las 14:30 o 15:00. En ese caso, el especialista recomienda acostarse entre seis y siete horas después de ese momento para alcanzar la hora “ideal” de sueño.
Es importante destacar que esta aproximación no se basa en especulaciones, sino en patrones individuales y el ritmo circadiano de cada persona. Sin embargo, el Dr. Huberman enfatiza que, ante cualquier trastorno del sueño persistente, siempre se debe buscar la asesoría de un profesional médico.
Consejos para lograr un sueño reparador
Si bien la investigación del Dr. Huberman ofrece una pauta interesante, no es el único factor que influye en la calidad del sueño. Para mejorar la capacidad de dormir bien, el portal MedlinePlus, brinda algunas prácticas recomendadas:
- Establecer un horario regular: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a entrenar el cuerpo y el cerebro para reconocer el momento de relajarse y prepararse para dormir.
- Realizar actividades relajantes antes de dormir: Leer un libro, practicar técnicas de relajación o tomar un baño caliente son opciones efectivas para calmar la mente y desconectar del estrés diario.
- Garantizar un colchón cómodo: Un colchón adecuado y cómodo es esencial para sentirse relajado y cómodo al acostarse.
- Evitar el estrés del tiempo: Ocultar el reloj durante la noche puede ayudar a reducir la ansiedad y evitar el estrés de ver pasar las horas.
- Limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir: Apagar los dispositivos electrónicos y las pantallas al menos una hora antes de acostarse permite que el cerebro se relaje y se prepare para el sueño.
- Elegir sabiamente las comidas: Evitar comidas pesadas antes de dormir y comer al menos dos o tres horas antes de acostarse puede mejorar la calidad del sueño.
Recuerda que el sueño es fundamental para mantener un estilo de vida saludable y productivo. Si enfrentas dificultades para dormir, considera la aplicación de estos consejos y, en caso de persistir los problemas, no dudes en consultar a un especialista médico que te brinde una orientación personalizada. ¡Dulces sueños!