La falta de hierro es una preocupación común entre las mujeres, ya que puede llevar a una serie de síntomas incómodos que afectan su calidad de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta condición es la deficiencia nutricional más común en el mundo y afecta especialmente a las mujeres en edad fértil.
Dicha situación puede tener un impacto significativo en la salud, pero una dieta equilibrada y rica en alimentos que contienen este mineral puede ayudar a prevenir y abordar esta condición. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios importantes en la dieta.
Síntomas de la deficiencia de hierro
Fatiga: Uno de los síntomas más notables de la falta de hierro es la fatiga constante y la sensación de debilidad, que puede afectar la capacidad para realizar actividades diarias.
Palidez: La piel y las mucosas pálidas, especialmente alrededor de los ojos y dentro de la boca, pueden ser señales de deficiencia de hierro.
Falta de concentración: La deficiencia de hierro puede afectar la función cognitiva, lo que resulta en dificultad para concentrarse y falta de atención.
Pérdida de cabello: El adelgazamiento del cabello y la pérdida excesiva pueden ser síntomas de deficiencia de hierro.
Dificultad para regular la temperatura corporal: Las personas con deficiencia de hierro pueden sentir frío con mayor facilidad y tener dificultades para mantener una temperatura corporal adecuada.
Alimentos para combatir la deficiencia de hierro
Incluir alimentos ricos en hierro en la dieta puede ayudar a prevenir o corregir la deficiencia. La OMS recomiendan los siguientes alimentos:
Carne Roja: Especialmente, la carne magra, es una excelente fuente de hierro hemo, que se absorbe fácilmente en el cuerpo.
Legumbres: Los frijoles, lentejas y garbanzos son ricos en esta sustancia, que también es beneficiosa para aumentar los niveles de hierro.
Espinacas: Las verduras de hojas verdes, como la espinaca, son una fuente de este mineral no hemo y también contienen vitamina C, que mejora la absorción de hierro.
Frutos secos y semillas: Almendras, pistachos, nueces y semillas de girasol son ricos en hierro y pueden ser excelentes opciones de bocadillos.
Cereales fortificados: Muchos cereales de desayuno están fortificados con hierro y otros nutrientes, lo que los convierte en una opción conveniente.
Carne de ave: El pollo y el pavo también contienen hierro y son alternativas más magras a la carne roja.
Pescado: El pescado, especialmente las variedades como el salmón y el atún, también aportan hierro y otros nutrientes esenciales.
Es importante destacar que la vitamina C aumenta la absorción de hierro no hemo, por lo que combinar alimentos ricos en hierro con fuentes de vitamina C, como frutas cítricas, pimientos y kiwis, puede ser especialmente beneficiosos.