Cuando un bebé presenta fiebre, es natural que los padres primerizos se preocupen y busquen formas de aliviar su malestar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fiebre en sí no es una enfermedad, sino una respuesta del cuerpo del bebé para combatir infecciones.
Ante cualquier caso de fiebre, siempre es recomendable visitar al médico para obtener un diagnóstico preciso y seguir las indicaciones médicas correspondientes.
Temperatura ideal de los bebés
La temperatura normal de un bebé oscila entre los 37 y 37.5 grados Celsius. Cuando la temperatura del bebé alcanza los 38 grados Celsius o más, se considera fiebre. Algunos signos y síntomas que pueden indicar fiebre en un bebé incluyen mejillas inusualmente rojas, llanto intenso sin lágrimas, lengua seca, y estar decaído o irritable.
Es fundamental tomar precauciones especiales al utilizar remedios para bajar la temperatura de un bebé, ya que algunos métodos pueden poner en riesgo su salud. Los médicos recomiendan el siguiente tip para aliviar la fiebre de un bebé: mantenerlo fresco y con poca ropa.
Es aconsejable que el bebé use únicamente el pañal o un pañalero de algodón. Nunca se debe cubrir al bebé con mantas o sábanas, a pesar de los escalofríos que pueda presentar.
Consejos para bajar la temperatura de un bebé
Los padres primerizos pueden seguir estos consejos adicionales para bajar la temperatura del bebé:
- Mantener la habitación fresca y bien ventilada, evitando corrientes de aire y manteniendo las puertas abiertas.
- Mantener al bebé hidratado ofreciéndole pecho, nunca jugos o tés. La leche materna es el mejor alimento para el bebé durante la fiebre.
- Aplicar pañuelos húmedos en la frente del bebé para ayudar a reducir la temperatura corporal.
- Dar un baño de esponja con agua tibia, aproximadamente 5 grados Celsius por debajo de la temperatura corporal del bebé.
- Evitar cambios bruscos de temperatura en el entorno del bebé.
Es importante destacar que los bebés pueden beber sueros pediátricos para bajar la temperatura y tratar la deshidratación, pero siempre se debe contar con la prescripción de un médico antes de administrarlos. Nunca se debe medicar al bebé por cuenta propia, incluso si el medicamento está recomendado para su edad.
Remedios caseros como masajes con alcohol, aplicar hielo en el cuerpo o dar tés al bebé son peligrosos y no se recomiendan.
La seguridad y el bienestar del bebé siempre deben ser prioridad, y en caso de dudas o preocupaciones, es fundamental buscar la orientación de un profesional de la salud.
