Mantener nuestro cabello saludable siempre será una de nuestras preocupaciones, ya que constantemente estamos buscando remedios para darle más brillo, engrosarlo o hacer que crezca de forma uniforme; y adquirimos productos de belleza que nos ayudarán con nuestro cometido, pero también hay tratamientos caseros muy efectivos.
Aunado a esto, y la efectividad que pueden tener, también debemos poner atención en los objetos cotidianos que usamos y que deben también permanecer limpios.
Uno de ellos es el cepillo que usamos de manera habitual, el cual seguramente no lavas con frecuencia y eso también podría ser un factor para debilitar el pelo.
¿Por qué debemos lavar nuestro cepillo del cabello?
Generalmente, cuando acabamos de bañarnos recurrimos a cepillar el pelo antes de que se seque para desenredarlo y evitar también el friz, pero esta acción no es un sinónimo de “limpiar” nuestro cepillo y tampoco lo es quitar todo el cabello muerto que queda entre las cerdas.
Debemos limpiar nuestro cepillo porque se ensucia con la caspa, la grasa natural que tiene el pelo, con la misma piel muerta de nuestro cuero cabello y también porque se adhieren todos los productos químicos que usamos, desde el shampoo seco hasta fijadores como gel, serum o cremas para peinar y que al pasaros una y otra vez por nuestro pelo vuelve a ensuciarlo.
¿Cómo debo limpiar mi cepillo del cabello?
La recomendación es que se realice al menos una vez por semana y uno de los consejos prácticos es retirar todo el cabello, lavar con agua tibia y un poco de jabón líquido (notarás cuanta suciedad saldrá) y dejar en el sol por unos minutos. Aunado a esto, esteriliza tus cepillos con estos remedios caseros.
Cuatro mezclas para esterilizar tus cepillos
- ½ taza de vinagre blanco y ½ de agua tibia.
- ¼ de amoníaco y una taza de agua tibia
- 1/6 de aceite de árbol de té y una taza de agua tibia
- ½ taza de alcorapid y ½ de agua tibia.
Preparación y modo de uso: Una vez que hayas hecho la primera limpieza, elige una de estas cuatro mezclas y vértela en un recipiente lo suficientemente grande para que pueda quedar sumergido el cepillo y déjalo ahí por una media hora. Lava con jabón y deja secar.
