Las várices son venas hinchadas y retorcidas que pueden verse justo debajo de la piel que normalmente aparecen en nuestras piernas, pantorrillas y pie; que salen por lo general por una mala circulación de la sangre, dependiendo de su forma y tamaño pueden ser operables o evitar que crezcan más.
La aparición de las várices suele ocurrir por muchos factores en las mujeres, entre ellos tener obesidad, pasar prolongados lapsos de tiempo sentados, el sedentarismo, durante el embarazo o tener una condición genética hereditaria.
Para estos casos es recomendable acudir con un médico y seguir un tratamiento, pero también un cambio de hábitos ayudará a disminuirlas.
Tres hábitos para disminuir las várices
- Realiza ejercicios. La movilidad hará que la circulación de la sangre mejore, lo ideal es buscar ejercicios de baja intensidad como una caminata con tu perro, estar unos 25 minutos en una bicicleta estática o realizar deberes que te obliguen a estar en constante movimiento.
- Usa medias de comprensión. Cuando las varices son muy visibles también se puede optar por medias que te ayuden a mejorar la circulación y dar el soporte necesario a tus piernas. Como oprimen las piernas suelen ser incómodas de usar así que comienza con unas cuantas horas al día. Es importante acudir con un especialista para que te ayude a encontrar la de mejor medida y graduación.
- Dales un respiro y elévalas. Cuando se tiene mala circulación y se está todo el día sentado o con poco movimiento, trata de darte unos minutos para reposar las piernas sobre la pared. Acuéstate en tu cama o sillón y elévalas por completo, mantenlas así un buen rato y comenzarás a sentir menos tensión. También puedes probar con almohadas apiladas que causarán el mismo efecto.
